Es importante que, para asegurar el buen funcionamiento de las instalaciones eléctricas, se realice con regularidad un mantenimiento detallado que permita analizar, diagnosticar y tratar cualquier falla causante de una incidencia que en ocasiones son irreversibles.

En el numeral 4.4.2.2 de la NOM_001_SEDE 2012, nos indica que es recomendable que cada año se realice una inspección a las instalaciones eléctricas para minimizar eventos de falla en las mismas. Si su empresa o negocio sigue las normativas de las NOMS relacionadas a estos temas, probablemente este sujeto a auditorias donde le solicite evidencia de otros trabajos.

El objetivo principal de un mantenimiento eléctrico es detectar y ayudar a los componentes eléctricos a tener un buen desempeño. También es importante brindar limpieza y reapriete a los componentes eléctricos ya que, en algunos casos el polvo causado por la suciedad puede ser factor de fallas en el sistema, así como el deficiente contacto de tuercas, cables u otros materiales conductores y con esto evitar puntos calientes en las instalaciones eléctricas de tal modo que prevenga tiempos muertos que impacten sus indicadores de producción.

Algunas de las pruebas eléctricas que pueden detectar fallas en las instalaciones son:

– Resistencia de aislamiento (MEGGER)

– Relación de transformación (TTR)

– Resistencia óhmica de devanados (MTO)

– Resistencia de contactos (DUCTER)

– Pruebas de Very Low Frequency (VLF)

– Pruebas de Arborescencias acuosas a conductores XLP.

– Pruebas de Corriente de excitación a transformadores.

– Pruebas de Factor de potencia.

– Pruebas de Impedancia de transformadores.

– Pruebas de simultaneidad en interruptores de potencia.

– Pruebas de desplazamiento en interruptores de potencia.

 

 

 

 

 

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