Para una oportuna detección de estos problemas, es necesario generar datos históricos del comportamiento de las instalaciones eléctricas.

Se recomienda realizar históricos con una frecuencia de 3, 6 y 12 meses para hacer los correctivos en tiempo y forma. El método muy utilizado para obtener el comportamiento de los puntos calientes son las pruebas de termografías, que consisten en detectar radiaciones infrarrojas invisibles (emisión de calor), sin necesidad de tener contacto con la instalación o con los equipos.

Puntos calientes en el sistema eléctrico

Un punto caliente se genera cuando existe una unión mecánica inadecuada con puntos conectados al interruptor o algún otro elemento eléctrico o se generan como consecuencias de los falsos contactos por la acción de las corrientes de sobrecarga y cortocircuito. En algunas situaciones también son generados por los agentes externos a la instalación eléctrica.

Algunos factores que también influyen en la aparición de puntos calientes son:

a) Deficiente apriete de partes de la unión.

b) Corrosión producida por la unión de materiales de diferentes características (cobre con aluminio, “par galvánico”).

c) Reducida área de contacto para la conducción.

d) Baja calidad de los materiales en algunos equipos.

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